miércoles, 3 de marzo de 2010

Somos una sociedad 2.0 con conciencia analógica



El uso de las redes sociales se ha convertido en un arma de doble filo cuya hoja más afilada, sin saberlo, es la que apunta a los usuarios. ¿Por qué? Porque al hacernos partícipes de una de estas redes, estamos firmando un acuerdo de privacidad en el que cedemos todos nuestros datos y archivos subidos a la entidad propietaria del dominio.

Nuestra propia naturaleza se nos vuelve en contra, porque la mayor parte de las personas que obtienen una cuenta en una red social (Tuenti, Facebook, Nettby...) no lee las condiciones de uso que firma al hacerse socio de la misma.

Este es el gran negocio de las redes sociales. Las empresas pueden llegar acuerdos con los propietarios de estas gigantescas bases de datos para tener controlados a sus trabajadores. Es una forma de vigilar la vida de los mismos, ayudando a dar con aquellos que intenten evadirse del trabajo alegando enfermedades "ficticias", por ejemplo. Pero sobre todo, es una herramienta para controlar la vida e imagen que da el individuo en su tiempo libre (fuera de la empresa). En un mundo en el que hemos pasado vivir y movernos según la imagen que percibimos de las cosas, una empresa no puede permitir que un trabajador que le representa perjudique su imagen corporativa.
Pero no sólo se reduce al ámbito laboral. Al igual que las empresas pueden comprar información sobre ti, si no se tienen conocimientos suficientes sobre el uso de los contenidos online podemos vulnerar nuestra propia privacidad. Nunca se sabe quién puede estar mirando "al otro lado" de la pantalla.


Por esto mismo, es imprescindible que las personas reciban una educación sobre el mundo virtual. Se nos ha mostrado que existe, se nos ha enseñado cómo se utiliza, pero no sabemos qué se puede llegar a hacer con este "mundo".

2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, creo que lo que falta es formación en las teconologías de la información en general (Internet en particular...)

    El Blog Empresarial

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  2. Creo que al igual que cada vez es más común encontrar clases de mecanografía e informática en las aulas, las escuelas deberían preocuparse por formar sobre el uso de las nuevas tecnologías y, como bien dices, sobre Internet.

    Pero también es un asunto que atañe a los padres y tutores. Creo que es de obligación moral conocer el mundo en el que se van a mover tus hijos con el fin de poder educarles sobre el mismo. Muchas veces la formación se reduce al ámbito escolar, cuando recibiría mejor aceptación, y calaría más, si se combinase con la recibida en el hogar.

    Sugar.

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